La falta de previsión y la ausencia de medidas preventivas agravan los efectos de cada emergencia en Andalucía, donde el PP vuelve a demostrar su incapacidad para proteger a la ciudadanía
El caos vivido ayer en Sevilla y Huelva tras la fuerte tromba de agua ha vuelto a poner en evidencia la falta de capacidad del Gobierno andaluz para anticiparse a las emergencias. Con una alerta naranja activa desde la noche anterior, la Junta de Andalucía no suspendió las clases, no emitió instrucciones claras a la población ni reforzó los dispositivos de emergencia. El resultado fueron atascos kilométricos, viviendas inundadas, vehículos arrastrados por el agua y familias atrapadas sin aviso previo.
El coordinador nacional de Andalucía Por Sí, Christopher Rivas, ha calificado de inadmisible que el presidente Moreno Bonilla declarase que “se encontraron por sorpresa” una alerta meteorológica oficial. Según Rivas, “esa frase resume la forma de gobernar del PP en Andalucía: sin previsión, sin coordinación y sin asumir la responsabilidad de proteger a la ciudadanía”.
Desde Andalucía Por Sí consideramos que lo ocurrido ayer no es un hecho aislado. Forma parte de un patrón de improvisación y falta de planificación que ya se repitió durante la DANA del pasado año, en la gestión del INFOCA y en el retraso en la aplicación de la Ley de Bioclimatización en los centros educativos. La Junta ha convertido cada episodio climático en una crisis evitable por falta de inversión, previsión y respeto hacia los profesionales que trabajan en primera línea.
Rivas ha reclamado una comparecencia inmediata del presidente de la Junta en el Parlamento para explicar las decisiones adoptadas y la ausencia de medidas preventivas. Andalucía Por Sí exige además una revisión urgente de los protocolos de alerta y comunicación ciudadana, así como la puesta en marcha de un plan real de inversión en infraestructuras de drenaje, limpieza de cauces y servicios de emergencia.
“Andalucía no puede seguir viviendo cada episodio de lluvia como una catástrofe. Ayer vimos imágenes agónicas en barrios como el Cerro del Águila con coches flotando y un nivel de agua que llegaba casi a los hombros. Si cada alerta se convierte en un caos, el problema no está en el clima, sino en quienes deberían gobernar con responsabilidad”, ha concluido Rivas.
 
            


