El desconcierto que vive la comunidad educativa andaluza se debe sin duda a una falta de planificación flagrante de la Junta. La consejería de Educación se ha lavado las manos y pretende que sean los equipos directivos de los centros escolares quienes se enfrenten al problema
60 centros escolares de la provincia de Sevilla han estallado contra la Junta de Andalucía. El próximo curso escolar está a la vuelta de la esquina y la consejería de Educación sigue sin plantear medidas concretas encaminadas a que el inicio del curso escolar se desarrolle con las mínimas garantías de seguridad para los alumnos, profesores y el resto de trabajadores asociados a la enseñanza andaluza.
“La situación a la que nos enfrentamos con la vuelta a las clases presenciales en nuestra tierra no se arregla con un simple protocolo anti Covid. La Junta debe garantizar con medidas concretas y actuaciones la seguridad de la comunidad educativa”, expresa Joaquín Bellido, Coordinador Nacional de AxSí.
El señor Imbroda vuelve a demostrar su ineficacia tal y como quedó evidenciado durante las semanas finales del pasado curso escolar en donde quedó patente que fueron los profesores y miembros de los distintos equipos directivos de los centros Andaluces quienes, haciendo gala de una profesionalidad y vocación incuestionables, sacaron las castañas del fuego a la Consejería y solucionaron la difícil situación de mantener activo el calendario académico aún durante el confinamiento.
“Desde AxSí denunciamos el desamparo al que están sometiendo a los equipos directivos de los centros haciéndolos responsables de una situación insostenible. En muchos centros es objetivamente imposible cumplir las normativas de seguridad y la Junta en lugar de resolver esos problemas se lava las manos y continúa con la estrategia del avestruz metiendo la cabeza bajo tierra”, continúa Bellido. Los centros que han elevado su voz ante la Junta han hecho hincapié en que con la ratio actual y sin aumento real de plantilla es imposible llevar a cabo las instrucciones que publicó la consejería de Educación con fecha de 6 de julio. “El problema es general, y la única prevención posible pasa por reducir las ratio, recortar horas de clase presenciales y aumentar el número de docentes. Todo lo demás son parches que no atajan el problema”, propone Joaquín Bellido.
Los recursos humanos, materiales e infraestructurales que tienen los colegios son claramente insuficientes a la hora de garantizar la seguridad contra la propagación del virus. En la mayoría de los casos es imposible respetar la distancia de seguridad y no se puede pretender, manteniendo la misma ratio de alumnos y sin aumentar el profesorado, que se consigan los objetivos que pretende el protocolo anti Covid.“Es de necios pensar que sin hacer nada el curso arrancará con normalidad y seguridad sanitaria”, continúa el líder andalucista. La educación es el pilar básico de cualquier sociedad y desde Andalucía Por Sí exigimos que se tome en consideración su valor y se prioricen las soluciones necesarias para velar por la seguridad y no empujar a nuestros niños y profesores hacia un precipicio muy peligroso.
El desconcierto que vive la comunidad educativa andaluza se debe sin duda a una falta de planificación flagrante de la Junta. La consejería de Educación se ha lavado las manos y pretende que sean los equipos directivos de los centros escolares quienes se enfrenten al problema
60 centros escolares de la provincia de Sevilla han estallado contra la Junta de Andalucía. El próximo curso escolar está a la vuelta de la esquina y la consejería de Educación sigue sin plantear medidas concretas encaminadas a que el inicio del curso escolar se desarrolle con las mínimas garantías de seguridad para los alumnos, profesores y el resto de trabajadores asociados a la enseñanza andaluza.
“La situación a la que nos enfrentamos con la vuelta a las clases presenciales en nuestra tierra no se arregla con un simple protocolo anti Covid. La Junta debe garantizar con medidas concretas y actuaciones la seguridad de la comunidad educativa”, expresa Joaquín Bellido, Coordinador Nacional de AxSí.
El señor Imbroda vuelve a demostrar su ineficacia tal y como quedó evidenciado durante las semanas finales del pasado curso escolar en donde quedó patente que fueron los profesores y miembros de los distintos equipos directivos de los centros Andaluces quienes, haciendo gala de una profesionalidad y vocación incuestionables, sacaron las castañas del fuego a la Consejería y solucionaron la difícil situación de mantener activo el calendario académico aún durante el confinamiento.
“Desde AxSí denunciamos el desamparo al que están sometiendo a los equipos directivos de los centros haciéndolos responsables de una situación insostenible. En muchos centros es objetivamente imposible cumplir las normativas de seguridad y la Junta en lugar de resolver esos problemas se lava las manos y continúa con la estrategia del avestruz metiendo la cabeza bajo tierra”, continúa Bellido. Los centros que han elevado su voz ante la Junta han hecho hincapié en que con la ratio actual y sin aumento real de plantilla es imposible llevar a cabo las instrucciones que publicó la consejería de Educación con fecha de 6 de julio. “El problema es general, y la única prevención posible pasa por reducir las ratio, recortar horas de clase presenciales y aumentar el número de docentes. Todo lo demás son parches que no atajan el problema”, propone Joaquín Bellido.
Los recursos humanos, materiales e infraestructurales que tienen los colegios son claramente insuficientes a la hora de garantizar la seguridad contra la propagación del virus. En la mayoría de los casos es imposible respetar la distancia de seguridad y no se puede pretender, manteniendo la misma ratio de alumnos y sin aumentar el profesorado, que se consigan los objetivos que pretende el protocolo anti Covid.“Es de necios pensar que sin hacer nada el curso arrancará con normalidad y seguridad sanitaria”, continúa el líder andalucista. La educación es el pilar básico de cualquier sociedad y desde Andalucía Por Sí exigimos que se tome en consideración su valor y se prioricen las soluciones necesarias para velar por la seguridad y no empujar a nuestros niños y profesores hacia un precipicio muy peligroso.
